¿Te has sentido alguna vez traspasado por el deseo de disfrutar del sexo sin barreras, sin límites y sin necesidad de implicar cualquier otro tipo de sentimientos en el acto sexual? Seguramente sí. Cuando te ha sucedido eso, ¿te has planteado seriamente la posibilidad de contactar con una acompañante de lujo, una chica de compañía o una masajista erótica que te permita experimentar la maravillosa sensación de disfrutar del sexo sin plantearte si, una vez finalizado el coito, ella te exigirá amor eterno o, cuanto menos, iros a compartir un piso para ver qué tal funcionáis como pareja?.
El sexo es sexo y no precisa de adherencias sentimentales para resultar una experiencia satisfactoria. Si bien es cierto que el sexo practicado entre personas que mantienen una determinada relación sentimental es una de las más alucinantes experiencias de las que un hombre o una mujer pueden gozar, no hay que olvidar nunca que toda visión que tengamos sobre algo (también sobre el sexo) está mediatizada por nuestra educación y, por supuesto, sobre la cultura social.
Que estamos contaminados por una concepción del amor fundamentalmente romántica es algo que nadie puede negar. Las novelas, el cine, los boleros... cada una de estas expresiones artísticas ha puesto su granito de arena para que hayamos establecido entre sexo y amor un lazo que parece inquebrantable. Esa visión, lógicamente, choca frontalmente con lo que es el instinto que, como animales que somos, nos empuja a desear mantener relaciones sexuales con otras personas. La creencia de que el sexo sólo puede ser satisfactorio con una pareja es fruto de esa educación y de esa influencia cultural de una sociedad, la nuestra, en la que el catolicismo ha dejado su impronta.
Asumido todo esto y asumido también que la práctica sexual puede ser perfectamente entendida desde un punto de vista lúdico (¿por qué renunciar a una práctica de resulta gozosa?) hay que plantearse una serie de preguntas. Si cuando nuestro coche se avería recurrimos al mecánico y cuando se nos pica una muela vamos al dentista, ¿por qué no recurrir a una profesional del sexo cuando nos sentimos arrebatados por el deseo sexual?. Nosotros, GirlsBarcelona te podemos asegurar que es la mejor terapia. Y si no, imagínate una escort disfrazada de terapeuta para ti como esta rubia:
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No importa si vienen a Barcelona desde Brasil, de Lationamérica, de Argentina o de cualquier país del Este. No importa si son españolas o no. Tampoco importa el color de su piel ni si son rubias o morenas, macizas o delgadas, altas como una modelo de ésas que nos dejan sin aliento cuando se desplazan, estilosas y sensuales, sobre la pasarela, o bajitas como una muñeca con la que pudieras jugar a ensayar las posturas más obscenas. Nada de todo eso importa porque todas ellas, tatuadas o no, lolitas o maduras, independientes o de agencia, son verdaderas maestras a la hora de proporcionar los mejores servicios sexuales. El sexo oral natural, el griego, la cubana, la lluvia dorada, el sexo tántrico, el striptease, el masaje erótico, el beso blanco o negro... imagina cualquiera de estas prácticas sexuales realizadas por una bella mujer. ¿No te entran ganas de contactar con alguna de ellas? Nosotros te lo ponemos fácil. Selecciona a la escort que más te inspire y llámala. Si algo de lo que estamos seguros es de que vivirás una experiencia tan placentera como inolvidable. No lo pienses más: si quieres practicar sexo del bueno, ¿qué mejor que llamar a una profesional?.
Y lo reconocemos, todo este artículo que sirve para inaugurar este blog es pura divagación, pero es pensar en nuestras amigas las putas de lujo y se nos va la cabeza. Y perdón por la expresión pero esa palabra es mucho más española que el anglicismo que utilizamos hoy en día y me sentía especialmente castizo en el momento de escribirlo aunque ya sé que escribirlo no es como hablarlo y se puede corregir antes de publicar, esto no es Twiter que cuando lo dices ya hay cientos que te tuitean.