Los prostíbulos más famosos de Barcelona que desaparecieron

Domingo, 05 de Abril de 2020

Seguramente habrás visto a alguno de ellos alguna vez. Están parados ante la fachada de un edificio, mirándolo y remirándolo con una mueca de incomprensión y extrañeza pintada en el rostro. Por algún motivo, lo que esperaban encontrar en aquel edificio no se encuentra donde ellos esperaban encontrarlo. Y lo que esperaban encontrar es aquel local en el que, en otros viajes a Barcelona, habían podido compartir una copa y algo más con una simpatiquísima, dulce y guapa señorita de compañía.

Preguntan entonces a alguien que pasa por la calle y de ese modo acaban sabiendo lo irremediable: que aquel club en el que brillaban con luz propia aquellas bellas chicas relax que llevaban la sonrisa pintada en el rostro y la sensualidad esculpida en sus carnes bajó su persiana hace ya un tiempo. El motivo importa poco. Lo que importa es que en aquel mismo local en el que hace poco tiempo hombres y mujeres se entregaban al juego más divertido que un hombre y una mujer pueden compartir, en aquel mismo local que se había convertido, en el mar de la noche barcelonesa, en una especie de faro que sirviera de orientación a cualquier hombre deseado de sexo, ya no hay una barra en la que compartir una picante conversación ni un reservado en el que poder tentarse los deseos ni un mal cuarto en el que poder dar rienda suelta a la pasión. Ahora, en aquel local que antes ocupara un afamado prostíbulo, un conocido puticlub, un casi milenario burdel, puedes encontrar una frutería, una zapatería, un bar de tapas o, lo que sin duda es la peor opción, una oficina bancaria con carta blanca para atraer incautos a cambio de un interés volátil.

Donde antes se intercambiaban caricias y fluidos, besos y corridas, ahora se intercambian talones y préstamos. Donde antes brillaba el cuero de los sujetadores y los tangas realzando la belleza de plástico de los maniquíes brilla ahora la piel magullada de berenjenas y calabacines previamente rociados de agua para que parezcan frescos. Donde plugs, dildos y vibradores se convertían en el juguete favorito de unos adultos que querían, de alguna manera, retornar al tiempo de la infancia, ahora son unas zapatillas rebajadas, unos zapatos de tacón o unas deportivas con luces en las suelas lo que hace las delicias de los clientes que cruzan el umbral.

Puticlubs en Barcelona

En la fachada ha desaparecido aquel letrero que se convertía en una promesa de placer tan intenso como inolvidable. Nombres como Pub 240, Aribau 64, Bailén 22 o President Palace han pasado a formar parte de la memoria sentimental de tanto y tanto caballero que, en un momento dado, buscaba la compañía de alguna prostituta con la que convertir en realidad alguno de esos sueños que, de puro íntimos, se suelen ir posponiendo día tras día hasta quedar convertidos en una especie de cuenta pendiente con la vida.

A todos estos hombres debemos decirles que no se dejen abrumar por el peso de la nostalgia. Cuando se habla de placer hay que convertir una frase en máxima que nos guíe y que oriente nuestros pasos. Esa frase es la siguiente: "el mayor placer será, siempre, el placer que aún tenemos que vivir". ¿Qué queremos decir con eso? Que todos esos caballeros deben olvidarse del ayer y concentrar sus cinco sentidos en disfrutar del presente. Es decir: que deben guardar los nombres de los prostíbulos cerrados en el rincón de su memoria destinado al alcanfor de la melancolía y buscar cuanto antes un sustitutivo.

Barcelona es una ciudad viva. Barcelona ha sido y es una ciudad con una intensa vida nocturna. En Barcelona el sexo siempre ha sido una actividad cinco estrellas. No hace falta recurrir a la memoria histórica para saber cómo las chicas relax de Barcelona siempre han gozado de una fama merecida. Que hayan cerrado algunos meublés y prostíbulos no quiere decir que el mercado del sexo en Barcelona se haya empobrecido. Al igual que la energía no desaparece, sino que se transforma, también la oferta de sexo de pago en Barcelona se transforma. Por eso la desaparición de algún que otro puticlub no puede entenderse como una pérdida irreparable. Hay que ser positivos y plantearse dicha desaparición como una oportunidad única de conocer nuevos lugares y abrirse a nuevas experiencias.

Club Riviera Castelldefels

Todos esos caballeros que lloran la desaparición de los nombres históricos de algunos puticlubs pueden encontrar en nuestra web un amplio catálogo de agencias de escorts y chicas de compañía en las que, con toda seguridad, encontrarán a esa escort que, embriagándoles de placer, les hará olvidar el tacto de seda de aquellas otras bellezas que, tiempo atrás, les hicieron gozar en algún rincón de locales como President Palace, Aribau 64, Bailén 22 o Pub 240. Y por supuesto no olvidemos al mítico Club Riviera en Castelldefels. Ahora ya no buscamos chicas en "La Vanguardia" ni vamos a los puticlubs habituales, acudimos a las webs de escorts como esta misma que estás visitando.