Sexo sin compromiso de los follamigos

Martes, 14 de Julio de 2020

Una de las grandes ventajas que tiene el sexo sin compromiso es que crea el marco ideal para hacer realidad las fantasías eróticas más íntimas. El sexo casual con personas a las que no volveremos seguramente a ver y a las que no tenemos que dar explicaciones nos empuja a experimentar cosas nuevas y a intentar convertir en realidad nuestras fantasías eróticas. En ese sentido, el ámbito ideal para la experimentación y la realización de fantasías eróticas es el del sexo con profesionales del mismo.

Quien contrata a una prostituta o recurre a los servicios de una escort (paradigma perfecto del sexo sin compromiso) lo hace, en muchas ocasiones, guiado por el hecho de probar cosas nuevas, de experimentar prácticas que, muy probablemente, su pareja no quiere realizar. ¿Cuántos hombres no habrán ido de putas solo porque su pareja se ha negado en redondo a practicar ese griego que a ellos tanto les atrae?

Follar sin compromiso, solo por ganas de follar, es la mejor manera de vencer tabúes y de desinhibirse. Y los orgasmos, cuando no hay inhibición de por medio, son el doble de intensos y gratificantes. El sexo sin compromiso es algo así como un homenaje a la lujuria. Es ella la que reina en esos encuentros en los que solo existe un lazo de unión entre las dos personas que participan en él: las ganas de follar y de darlo todo follando. Por eso sirve para ensayar posturas. Por eso sirve, en muchas ocasiones, para hacer un rápido recorrido por las páginas del Kamasutra.

Follar sin compromiso

El sexo sin compromiso puede servir también para lamerse las heridas de una mala experiencia vital. Nada mejor que follar sin compromiso cuando se sale, por ejemplo, de un divorcio. En el ámbito del sexo sin compromiso la persona que ha sido herida puede encontrar el reducto de seguridad necesario para recuperar la confianza perdida y capear el miedo a que vuelvan a hacerle daño. En ese sentido, follar sin compromiso o follar casualmente es, como suele decirse, mano de santo. Por otro lado, follar sin compromiso con escorts, prostitutas o con amantes casuales sirve para mantener engrasado el cuerpo y su sexualidad para cuando la vida vuelva a poner al alcance de la mano el poder disfrutar de la compañía de una nueva pareja.

Sexo sin compromiso con escorts

La forma más auténtica de vivir el sexo sin compromiso es contratar los servicios de una profesional del placer. En Barcelona puedes buscar putas baratas en webs como Slumi y Nuevo Loquo, pero además del riesgo que hay que no te encuentres lo que se publica (en Slumi hay más control que en Nuevo Loquo pero aún así es complicado para una web de anuncios autogestionables), las chicas de tarifas económicas ofrecen un servicio acorde a lo que se paga. Es por ello que nosotros siempre recomendamos calidad antes de cantidad y es por ello que si buscas escorts en Barcelona siempre te recomendamos nuestras webs, GirlsBCN y GirlsBarcelona. Volviendo al tema, de ningún modo se puede desligar tanto el sexo del compromiso con la persona con la que se folla como contratando a una chica de compañía para practicarlo. Se queda, se paga, se folla y adiós. Nada más aséptico sentimentalmente. Nada menos comprometido. Las dos partes saben lo que buscan en esa relación. Y las dos partes lo encuentran.

Escorts en Barcelona para sexo sin compromiso

Pero hay hombres contaminados de romanticismo (de un tonto e improductivo romanticismo, vamos a decir) que contemplan el citarse con una escort como si fuera algo así como un pecado. Para ellos, el pagar por follar es algo sucio o degradante. Allá ellos con su pensamiento. Allá ellos con su corta visión. Al pensar así pierden la oportunidad de follar sin trabas ni complicaciones. De follar a lo grande. Esos hombres, obstinados sin embargo en experimentar las ventajas del follar sin compromiso, se empeñan en perseguir lo que es muy difícil de encontrar: la amiga con derecho a roce. Ojo: solo amiga. Debe ser estrictamente eso, amiga y nada más, para que follar con ella pueda considerarse sexo sin compromiso.

Debemos decir, para ser sinceros, que hay hombres que lo consiguen. Hombres que hacen realidad el sueño de tener una amiga o persona cercana con la que puedes follar por el mero hecho de follar. Es decir, a una follamiga que no tienes que prometerle matrimonio ni compartir hipoteca. Hay hombres que consiguen eso, sí. Ellos se sienten afortunados (y puede ser que lo sean) pero muchos desconocen que caminan sobre una cuerda floja al borde de un abismo.

Follamiga