A la palabra juventud le sientan bien calificativos como atrevida, vital, risueña, divertida, aventurera... Todo eso lo soy yo, como buena chica joven que soy. Y, como buena latina, también soy cálida y pasional. Si a todo eso se suman mis encantos físicos el resultado, como puede imaginarse, es explosivo. Por eso soy la mejor compañía con la que puede soñarse para vivir todo tipo de aventuras y experiencias. Quien lo hace no tarda en convertir mi nombre, Amber, en algo así como un sinónimo de paraíso.