Dulce la melaza e intensa pero suave como el café de mi Colombia natal, así soy yo. Me llamo Fabianna y soy el mejor estimulante que un caballero puede encontrar para vislumbrar el rostro más bello de la vida. Adoro conversar. Mi educación, además, me permite brillar en cualquier tipo de diálogo, sobre todo si éste se centra en palabras como sueños, fantasías y pasiones. Descubrir los de mis amigos y ayudar a que se hagan realidad es mi gran pasión. Ellos dicen que se me da muy bien. Comprobarlo es muy sencillo. Basta con llamarme. Yo nunca digo que no a la posibilidad de vivir una nueva aventura.