Dicen que los ojos son el espejo del alma; pues en los míos se refleja la calma del mar turquesa, como el de aquel paraíso que todos podemos imaginar en sueños. Allí es donde podemos escapar, ya que mi personalidad cálida y amable nos transportará a cualquier paraíso imaginable. Me llamo Naty y mi belleza no solo está compuesta por unos ojos que brillan al mirar, sino que todo en su conjunto cumple su función para hacer de mí una acompañante imposible de olvidar.