Simpatía y sensualidad, ternura y picardía, mucha educación y una forma de ser cercana y cariñosa. Eso se encuentra quien se acerca a mí. ¿Qué más puede pedirse si se anda a la búsqueda de una acompañante que sepa convertir cada momento compartido en un recuerdo imborrable? En mí habitan la frescura de la juventud y el espíritu aventurero de quien tiene ganas de comerse el mundo y la energía para hacerlo. Energía contagiosa. Por eso conmigo es imposible aburrirse y mi nombre, Nicol, se convierte en sinónimo de alegría, diversión, relax y buen rollo para todos los que me conocen.