Hola, corazón. Has soñado alguna vez con derrapar de deseo entre las curvas de una mujer. Yo soy la chica idónea para ello. Con unos pechos que dejan sin aliento y un culo de infarto, mis curvas son un monumento a la feminidad. Ardiente y apasionada, yo te daré el fuego que necesitas para entrar en combustión. En mi lecho encontrarás el paraíso y mis caricias y mis besos serán el afrodisíaco más embriagador que hayas probado. Llámame, me llamo Sara y, cuando marches de mi lado, ese nombre se habrá convertido para ti en sinónimo de placer.